Hoy empieza todo relata las irregularidades sociales
provocadas en una escuela infantil francesa El supuesto estado de bienestar
social implica fenómenos como la falta de protección social, el paro, la
marginación, y los problemas familiares. Todas estas irregularidades afectan también al trabajo de los maestros y
maestras que, como el director de esta película, no desfallece en su proyecto
educativo.
Para empezar,
hay que resaltar que, es vital decir que la familia y la escuela son poderosos agentes en la socialización infantil y, el hecho de que ambas
constituyan los principales contextos de desarrollo deja claro que no pueden
desempeñar sus funciones de manera aislada y diferenciada la una de la
otra. En la escuela visionada en la película, he podido observar que, existe
una discontinuidad muy contrastada entre algunas familias y la propia escuela.
Cierto
es, que padres y maestros puedan tener distintas concepciones en relación a la
educación. Tal y como manifiestan Oliva y Palacios (2000) la
discontinuidad existente entre hogar y escuela puede tener consecuencias
positivas para el desarrollo del escolar pues se adquieren unas habilidades y
competencias que benefician el desarrollo responsable y autónomo de los niños.
Sin embargo, una discontinuidad muy marcada afecta negativamente al
desarrollo y aprendizaje de los alumnos.
Los
profesores tienen responsabilidades
sociales pero, no solamente aquellas que le asigna la ley sino también culturales y valores que se deben
fomentar para una sociedad adecuada. La escuela asume ante la sociedad el
compromiso de educar, por supuesto, pero también tiene un compromiso humanitario, más allá de transmitir conocimientos.
La
escuela debe asumir la responsabilidad de ayudar a modificar actitudes básicas
y mejorar la vida en la comunidad en la cual está ubicada puesto que el aula es un reflejo de
la realidad y todo lo que se potencia dentro de ella se verá reflejado en los
futuros ciudadanos que, ahora, son alumnos.
Un
aspecto muy importante es la valoración de la actitud activa y positiva del profesor. Esta actitud se ve
claramente reflejada en las escenas en las que, juega con los niños, los recoge
y los lleva a casa o les lleva la comida. Los
profesores debemos no desfallecer en el intento y, aunque nos den ganas de
tirar la toalla, debemos seguir con nuestro sueño. El
docente debe tener una vocación
concienciada y, enfrentarse, cada día, a nuevos retos. En
la película que
hemos visto, Daniel, el docente, pese a las circunstancias adversas que sufre, nunca
se siente vencido y continúa luchando para conseguir un buen futuro para sus
alumnos y sus familias.
La escuela debe ser un lugar
donde los niños estén felices y donde, los padres, quieren dejar a sus niños
con seguridad. Además, también debemos saber, como futuros docentes, que es
necesario separar la profesión de la
vida personal puesto que no podemos dejarnos llevar por la pena y la
desolación.
Para terminar, quisiera reafirmar que el trabajo conjunto tiene gran relevancia para garantizar la
adaptación escolar del niño. Ambos tendrán como meta común la educación, el
cuidado y la protección de los niños. De este modo, hay muchas alternativas
para colaborar y los profesores tienen la tarea de ofrecer las oportunas herramientas, siempre siendo flexibles a determinados imprevistos.