El concepto de etnocentrismo se define como el proceso por el que toda cultura se
considera a sí misma como la norma de lo humano. Su cultura es lo normal, lo
natura y, por lo tanto, las otras culturas con extrañas o peligrosas. En el
fondo toda cultura tiende a ser etnocéntrica, porque como somos cultura, la mía
es lo normal y todo lo miramos bajo nuestro punto de vista, influenciados por
nuestra cultura. Como somos cultura, hemos crecida en ella y observamos que lo
nuestro es lo normal. Hay tres niveles de etnocentrismo:
- · Etnocentrismo ingenuo: me parece evidente que el otro es el raro y yo soy la norma. Devalúo a las demás culturas.
- · Segundo nivel: se produce cuando caigo en la cuenta de que yo también soy raro para el otro y que todos nuestros preconceptos no tienen por qué ser así. Este segundo nivel se puede corresponder con el llamado “relativismo cultural”.
- · Tercer nivel: eres capaz de comprender cómo funciona su cultura y, por tanto, eres capaz de dialogar. “Comprendo lo que me dicen y soy capaz de dialogar con ellos”. Este nivel se asemeja a la interculturalidad que pretendemos llegar.
El relativismo cultural o
multiculturalidad consiste en ponerse en lugar del otro para
entender su cultura y parte de la idea de que todas las culturas son igual de
válidas. Debemos tener en cuenta que la diversidad está a la orden del día y
que hay una realidad evidente de diferencias y, por esto, debemos realizar
prácticas sociales en las que se dé un tratamiento justo e igualitario. En el
relativismo no hay crítica ni constructiva ni destructiva, es decir, no la
juzgamos y permanecemos indiferentes ante las demás culturas.
La interculturalidad
o diversidad cultural es un proceso
de comunicación e interacción entre personas y grupos, donde no se permite que
un grupo cultural esté por encima del otro, favoreciendo en todo momento la
integración y convivencia entre culturas. En las relaciones interculturales se
establece una relación basada en el respeto a la diversidad y el
enriquecimiento mutuo. Es el nivel donde deberíamos llegar puesto que además de
haber una aceptación, hay una interacción y una convivencia aprendiendo así,
unos de los otros.
Interculturalidad en la escuela
¿Cómo influye o se refleja?
El
reflejo de la interculturalidad en la escuela depende de la ley educativa que
esté vigente en ese momento. La LOMCE (Ley Orgánica para la Mejora de la
Calidad Educativa) modifica la ley anterior, no es una ley nueva
propiamente dicha. En sus modificaciones incluyen aspectos que resaltan la
interculturalidad en la escuela.
En
cuanto a las competencias se introducen algunos cambios: dejan de ser 8 para
ser 7 y ya no se denominan “competencias básicas”, son solo “competencias” o
“competencias clave” y hay de dos tipos:
- · Dos básicas: lingüísticas y matemáticas, ciencia y tecnología,
- · Cinco transversales: digital, aprender a aprender, iniciativa y emprendimiento, sociales y cívicas y conciencia y expresión cultural. Estas dos últimas competencias ayudan a desarrollar la cohesión grupal y diversidad cultural, por lo tanto, fomentan la interculturalidad.
El
docente influye muchísimo en el hábito intercultural de entorno escolar: hay
que prestar gran atención a los procesos educativos latentes u ocultos, es
decir, a la trascendencia que pueden tener los gestos, los comentarios o las
miradas que adopten ante sus alumnos procedentes de otros países puesto que
pueden repercutir en la sensibilidad personal del educando teniendo en cuenta sus
creencias, sus conocimientos, su dominio…).
Otro
de los grandes elementos en lo que se ve modificada la ley es en los
contenidos, que se organizan por asignaturas y ya no se habla de ciclos sino de
cursos.
Áreas
troncales en todos los cursos (comunes para las CCAA): Ciencias de la Naturaleza, Ciencias Sociales, Lengua Castellana y Literatura, Matemáticas, Primera
Lengua Extranjera.
Áreas
específicas
(obligatoria): Educación Física y Religión o Valores Sociales y
Cívicos (estas asignaturas están a elección de los padres o tutores
legales).
Áreas
de libre configuración autonómica: los centros podrán incluir un área de libre configuración.
Puede ser Educación artística o valores sociales o cívicos.
En
los principios generales se pueden intuir aspectos de la diversidad cultural.
La reforma educativa incluye y proporciona:
- Un conjunto de
medidas que mejora las condiciones para que todos los alumnos puedan
adquirir y expresar sus talentos y alcanzar su pleno desarrollo personal y
profesional,
como soporte de la igualdad de oportunidades.
- Facilita la
adquisición de las nociones básicas de la cultura, el hábito de la
convivencia…
- Contribuye a
apreciar los valores y normas de convivencia y a aprender a obrar conforme
a ellas.
- Adquirir
habilidades para la resolución de conflictos.
- Desarrollar las
capacidades afectivas y actitudes contrarias a la violencia.
MI REFLEXIÓN FINAL ES…
Muchos
centros escolares han pasado en pocos años de la homogeneidad cultural al
multiculturalismo o relativismo cultural. Los cambios experimentados han
producido en los profesores, padres y alumnos actitudes de todo tipo, tanto positivas
como negativas.
La
apertura, el respeto y la justicia deben impregnar el proyecto educativo, el
clima y la organización escolar. Desde esta perspectiva, hay que dar entrada en
el currículum a contenidos, actitudes y valores que estimulen el crecimiento
cognitivo, afectivo, social y conductual de los educandos.
Respecto
a la convivencia, la educación intercultural en la escuela ha de prepararse
para vivir con los demás, con sus semejanzas y sus diferencias. La diversidad
humana ha de enriquecer la convivencia y no empobrecerla. Se debe impulsar y
consolidar actitudes de respeto y colaboración entre culturas y las desemejanzas
deben ser consideradas como fundamentos de complementariedad y enriquecimiento.
La
puesta en práctica de la educación intercultural en la escuela ha venido a
cuestionar las relaciones entre las personas pero también los contenidos que se
enseñan, pretendiendo así, que la escuela no sea un elemento de socialización
en el sentido de agente que transmite una única cultura, sino que sea un
instrumento que nos ayude a comprender el mundo en el que vivimos y a poder
enfrentarnos a sus desafíos. Y para eso necesitamos que nos cuenten las cosas
desde otro punto de vista no solo desde nuestro etnocentrismo.
Por
otro lado, hay que tener claro que el etnocentrismo, el relativismo cultural y
la interculturalidad son tres constructos que tienen en común la cultura. El
etnocentrismo se basa en la idea de que la propia cultura es la mejor, el
relativismo cultural es la aceptación de las siguientes culturas y la
interculturalidad es la interacción con las demás culturas.
Debemos
resaltar que los niños no ven la diversidad, por lo tanto, no ven las
diferencias. Ahí es donde tenemos que llegar, a no apreciar las distinciones y
no tener que hablar de interculturalidad, porque esto significará que ya se
considera algo normal y habitual. Por eso debemos inculcar esos valores desde
pequeños, y ya no inculcarlos sino no modificar esas conductas habituales e
inconscientes que nacen desde pequeños.
Quiero
remarcar que es muy importante que la defensa de las diferencias no se quede
solo en el mero discurso y no se practique sino que exista un diálogo y una
negociación entre todas las culturas. Nosotros, como docentes, debemos
evolucionar en nuestra práctica social y educativa y hacer pasar del
relativismo cultural que tenemos actualmente para llegar a una
interculturalidad plena.
Para
terminar, me gustaría adjuntar un vídeo en el que me he apoyado para argumentar
algunas ideas clave y en el que se muestran aspectos muy importantes a valorar
sobre la interculturalidad en la escuela y, por lo tanto, en la sociedad:
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