La expresión cultura gitana se refiere al conjunto de hábitos y modos de vida propios del pueblo gitano. Adopta elementos culturales de la comunidad en la que se asienta, y al mismo tiempo tiene características propias, si bien no existe una homogeneidad universal.
Con la foto del puente pretendemos transmitir la interconexión que la escuela ofrece entre la cultura gitana y el resto de culturas. El puente simboliza el centro educativo por el cual los niños de etnia gitana deben cruzar para conseguir una integración plena en la sociedad.
En
las dos imágenes siguientes plasmamos en el entorno familiar que rodea a la
mayoría de los niños gitanos. Este factor juega un papel esencial en la
educación y el desarrollo integral del niño puesto que al ser el entorno más
inmediato influye directamente en el rendimiento y comportamiento escolar.
Como
podemos ver en la imagen del libro con la floristería de fondo, mientras se
está formando en la escuela, el niño observa como única alternativa trabajar en
el negocio familiar, por lo tanto, esto disminuye su motivación y su
aprendizaje quede condicionado. En la foto de la madre y abuela gitanas, se
puede apreciar la vida familiar de esta cultura, son madres muy jóvenes y con
muchos hijos a los cuales no pueden dar una educación individualizada por falta
de medios.
En estas fotos en las que aparece una guitarra podemos ver una manifestación cultural típica que se basa en una actuación artística. Sus actividades extraescolares, en general, quedan reducidas al ámbito musical transmitido de generación en generación.
En
el collage de las manos encadenadas queremos transmitir el sentimiento de
inmovilidad y silencio que les pone la escuela frente a su cultura. Nosotros,
como docentes, tenemos las herramientas necesarias para romper esa cadena
mediante el diálogo y planificando actividades más dinámicas y atractivas.
MI REFLEXIÓN ES…
Vivimos
en una sociedad en la que el choque cultural está a la orden del día. Este
choque se observa directamente en todas nuestras aulas.
Hay
que partir de la base de que todas las personas somos diferentes, y aunque haya
desigualdades, debemos llegar a una equidad para que los niños tengan un
desarrollo integral pleno y sus conocimientos se vean enriquecidos por estas
diferencias.
Como
se habla en los textos, el absentismo gitano es muy habitual en las aulas
porque la mayoría de los sistemas educativos no se adaptan a este tipo de
alumnos y, se parte de la idea de que son ellos los que se tienen que adaptar
al aula. La realidad es que nosotros, como docentes, debemos comprometernos a
realizar actividades a favor de estos alumnos para fomentar una escuela
inclusiva desde nuestra aula porque los alumnos son el eje de nuestra actuación
docente y hay que programar los contenidos y el currículo a cada uno de ellos.
Por lo tanto, hay que ir más allá de la simple aceptación de esta etnia sino
que tenemos que observar los beneficios que nos pueden aportar.
Es
cierto que hay una realidad existente que refleja una cara violenta de esta
etnia pero también, hay que valorar la otra cara. Podemos desarrollar estrategias
y competencias en las que también fomenten sus habilidades sociales y apreciar
y evaluar también sus acciones positivas (la picaresca, resolución de
conflictos…), además de tener un cambio de visión para facilitarles el
aprendizaje dentro del ámbito escolar. Por esto es bueno incluir a la familia
dentro del centro educativo para que se relacionen entre todos y que no sientan
que les estamos devaluando.
Durante
la realización de esta actividad realicé algunas investigaciones acerca de esta
etnia y su influencia en la escuela para fundamentar mejor las opiniones e
ideas que expondríamos en clase y encontré un documento interesante (que
adjunto) sobre la comunidad gitana en la educación que nos explica la constante
desventaja que han tenido estos alumnos en el sistema educativo y la creciente
integración que se está realizando en algunos sitios la cual está ayudando para
que esta etnia pueda alcanzar objetivos iguales que las personas nativas de
nuestro país:
